Nos toca reflexionar sobre el futuro de nuestras ciudades en clave senior. El mundo que viene pasa por un envejecimiento sin precedentes de nuestras sociedades del bienestar, donde las personas mayores y sus preocupaciones sobre la soledad o la vivienda se vuelven claves. Nuestras ciudades y nuestro producto inmobiliario deberán adaptarse.
Aterricemos con datos, tres datos clave: envejecimiento, longevidad y soledad.
- El envejecimiento de la población: Según datos del INE el índice de envejecimiento de España de 2021 es de 129%, dos puntos más que en 2020, y 12 puntos más que hace tan solo 10 años (año 2011). Más de un tercio de la población es mayor de 64 años, como la gran mayoría de los países industrializados. Nuestras sociedades del bienestar se encuentran en pleno proceso de envejecimiento.
- La longevidad: el aumento de esperanza de vida es generalizado en dichas sociedades del bienestar.Por ejemplo, España tiene la mayor esperanza de vida de toda Europa y la tercera del mundo, solo superada por Japón y Suiza, donde se establece que la esperanza de vida en España es de 82,3 años, según un informe del Ministerio de Sanidad.
- La soledad y el aislamiento social de los mayores son ya son una gran preocupación en muchos países. Ikea ha publicado una iniciativa sobre el futuro de las personas mayores y sus preocupaciones sobre la soledad o la vivienda. Se trata de ‘Next Gen: Séniors. Rediseñando la ciudad del futuro para la sociedad más longeva de la historia’, donde se analizan los principales retos relacionados con el envejecimiento de las ciudades. Los estudios demuestran que soledad acorta la esperanza de vida un 30%. Es un factor de riesgo equiparable a una enfermedad, ya que puede llevar a depresión, ansiedad y enfermedades de origen psicosomático. Las relaciones sociales por el contrario tienen efecto positivo y nos mantienen fuertes.
Estos tres factores van a tener y están teniendo dos grandes consecuencias en la sociedad: mucha gente mayor y mucha gente mayor sola. Se abren nuevos debates en una sociedad envejecida: acceso a la vivienda de las personas mayores, soledad, aislamiento, calidad de vida. La demanda de nuevos modelos de alojamiento para gente mayor y la búsqueda y necesidad de crear parque de vivienda compartida se hace imprescindible.
La nueva forma de vida pasa por la búsqueda de la comunidad para combatir la soledad.
El senior living es un modelo de vivienda compartida para gente mayor que busca solucionar esa demanda. Por eso está batiendo récords de inversión en Europa.
Las reglas del juego en el senior living
Veamos las claves que van a regir este nuevo mercado emergente. Según datos del último informe de 2022 de la consultora Atlas sobre Senior Living:
- La oferta actual y pipeline: en la actualidad en España hay 380.000 camas de senior living de todas las tipologías (3,1 por cada 100 seniors). España alcanza un ratio del 5% recomendado por la OMS (5 camas por cada 100 seniors) por lo que necesita 13.000 millones de inversión (es decir, cuadriplicar la inversión actual).
- Nuevo perfil de ‘senior liver’: a partir de 55 años, algunos en activo y con demandas actuales de servicios y ocio. El perfil en España actual es el 80% de estos son de origen español y casi el 20% son con origen extranjero.
- El poder adquisitivo en alza: de la población en este segmento de edad de más de 60 años disfruta de rentas más altas que en el mismo rango de edad en décadas pasadas, esto hace que las demandas de servicios comunes sean más exigentes y que el lujo entre en la ecuación en algunas localizaciones.
- El incremento de la movilidad: la población senior no solo aumenta en cantidad, sino también en movilidad. seniors Los cambiaron de residencia de población senior han aumentado un 29% desde 2019.
- Las distintas localizaciones: Madrid atrae mucho senior, y también el informe destaca el atractivo del litoral mediterráneo como polo de atracción de población senior, especialmente en el caso de Málaga, Barcelona, Valencia y Alicante.
Los retos por resolver en el mundo senior
Por otro lado, también nos quedan áreas de mejora, repasemos las dos principales: el reto de la regulación y el reto del acceso a la vivienda de los seniors.
El principal freno a este tipo de inversión en España es la regulación. Los nuevos modelos habitacionales compartidos todavía no están regulados en muchos ayuntamientos, como pasa con el ‘coliving’ y otros modelos, lo que genera una cierta inseguridad jurídica a los inversores, ya que las reglas del juego no están claras.
El segundo principal reto es el financiero o de acceso a la vivienda. Debemos tener una planificación financiera para poder vivir esos 20 años “extras” con la calidad de vida que demandamos. El mecanismo de ahorro de las familias ha sido siempre la inversión en vivienda, pero esos porcentajes de propiedad están cambiando. Cada vez más jóvenes optan por vivir en alquiler, lo que puede provocar un problema de sostenibilidad de los pensionistas si se les añade el alquiler de una vivienda a su mantenimiento. El envejecimiento de la población es todavía más acusado en países como España, por lo que este problema afectará a mucha más población.
Mecanismos financieros como la hipoteca inversa o similares, que permitan aumentar la capacidad adquisitiva de las personas mayores continuarán en auge: complementar los ingresos para poder disfrutar del ocio durante esos años de vida se volverá clave.
Como conclusión, todo apunta que la inversión en senior living es caballo ganador: yields que por el momento se mantienen atractivas, perspectivas demográficas y sociológicas que aseguran que se producirá un gran incremento de demanda y confianza de los mercados: arrojando datos como que las transacciones inmobiliarias en senior living en 2021-2022 superaron los 2500 millones de euros.