La escasez de obra nueva hace que todavía la segunda mano sea el tipo de vivienda que copa las compraventas en el país. Si bien es un tipo de casa más barata, su eficiencia energética es baja. Por eso debemos y podemos incorporar “aquello más verde” de forma progresiva. Son gestos para convertir una casa en más sostenible.
Un 47% de propietarios invertiría hasta 50.000 euros para mejorar su vivienda a favor de su salud y el planeta, según un análisis de percepción realizado por UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios). Sólo un 8% no haría nada por tener una casa más saludable y sostenible.
Más madera en casa
Aunque existen muchos tipos de materiales, nada mejor que la madera. Los productos de madera, procedentes de una gestión forestal sostenible, ofrecen ventajas ambientales sobre otros materiales tradicionales de construcción. La madera, procedente de bosques sostenibles, es natural y renovable. AEIM, la Asociación Española del Comercio y la Industria de la Madera, asegura que, en comparación con otros materiales, la fabricación de productos de madera requiere mucha menos energía.
Cada metro cúbico de madera usado como sustituto de otros materiales de construcción, reduce las emisiones de C02 a la atmósfera en una media de 1.1 toneladas de C02, según IPCC. UN Intergovermental Panel on Climate Change. 2000. IPCC Assessment Report, recogido por AEIM.
Compost con los residuos orgánicos
Aunque intentemos no desperdiciar comida y cocinar siempre lo justo para cada momento, es inevitable que haya restos de alimentos. Es el caso de la piel de patata o la cáscara de mandarina, por poner dos ejemplos sencillos que tenemos en las cocinas de nuestras casas. Bárbara Lacroix, fundadora de Cero Residuo, ve una perfecta solución a estos deshechos en el compostaje, una técnica mediante la cual los residuos orgánicos se transforman en abono que podemos utilizar para nuestras plantas. De manera que se convierte en un gesto más que todos podemos hacer para que la vivienda sea más sostenible.
Invertir en buena iluminación para ahorrar
Desde UCI aconsejan aprovechar al máximo las horas de luz natural, utilizar bombillas LED y evitar tener varios focos de luz en una misma estancia si no son estrictamente necesarios.
La apuesta por las energías renovables
Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, en comparación con otros países europeos, las tecnologías renovables produjeron en 2020 el 43,6% de toda la electricidad en España, según Red Eléctrica de España (REE). La cuota de producción verde de 2020 es 6,1 puntos porcentuales superior a la de 2019 y está 3,2 puntos porcentuales por encima del anterior máximo de participación anual, registrado en 2014.
Así, España generó 109.269 GWh de electricidad de origen renovable en 2020, un 11,6% más que en 2019; a pesar de que el total de producción eléctrica fue un 4% inferior, hasta alcanzar los 250.387 GWh. La eólica, responsable de algo más de la quinta parte de toda la producción (21,7%), fue la renovable con mayor presencia en una estructura de generación liderada por la nuclear con el 22,2% y seguida por el ciclo combinado (que aporta el 17,8% del total), la hidráulica (11,9%), la cogeneración (10,8%) y la solar fotovoltaica que, con un aumento interanual de su generación del 65,9%, ocupa a cierre de este año el 6,1% de la estructura de generación nacional.
Para reconducir nuestra casa en sostenible, la fuente de energía empleada es clave. Desde la Sociedad de Tasación Euroval recomiendan instalar:
- Paneles fotovoltaicos: indicados para generar energía del sol. Los árboles grandes que bloquean el sol pueden causar un problema para los paneles solares. También la orientación de la casa es importante. En ciertas áreas, el excedente de energía se puede volver a vender a su fuente de energía local.
- Molinos de viento: hay que verificar si la fuente de energía local tiene energía eólica u otras fuentes de energía renovables disponibles.
- Calor geotérmico: aunque el suelo se puede congelar en el invierno, el suelo que se encuentra en la profundidad es cálido, por lo que es totalmente factible usar el calor de la tierra para calentar su hogar.
Ahorrar en agua
Es posible. Basta con cerrar el grifo mientras nos lavamos las manos o cepillamos los dientes, pues según la Organización Ecodes, ahorraremos una media de 550.000 litros de agua a lo largo de nuestras vidas con este simple gesto. Otra solución es utilizar el lavavajillas a plena carga en vez de fregar la vajilla a mano. Hacer un buen uso del lavavajillas puede lograr un ahorro de 30,6 litros de agua diarios frente al lavado a mano, de los cuales 27,4 litros son de agua caliente.
Rehabilitación y fondos next generation
En España, el 30% de la emisión de CO2 es provocada por la edificación. Por esa razón, la descarbonización del parque inmobiliario es uno de los principales objetivos de 2022. En este contexto, los fondos Next Generation ponen el foco sobre la rehabilitación de viviendas y la regeneración urbana.
En palabras de Iñaki Unsain, presidente de la Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI), “La Comisión Europea quiere impulsar la rehabilitación energética de los edificios menos eficientes y lograr para el 2030 que todas las viviendas tengan por lo menos una calificación F en el certificado energético”.